Voy a ser sincera y diré que esta película la vi por primera vez sólo hace dos noches. Hacía mucho tiempo que me apetecía verla ya fuera por la admiración que mostraba todo el mundo ante la película o por Audrey Hepburn.
Llegó un momento en el que veía la foto de ella por todas partes y cuando me decidí a verla fue porque vi que Blair (Gossip Girl) también sentía debilidad por esa película y me pregunté por qué.
¿A quién no le gustaría ser un canon de belleza? Por muy delgadita que estuviera Audrey, encontró su lugar en la sociedad y, ¡de qué manera! Con sus ojos grandes, su andar elegante, su flequillito desenfadado...
Y por último, diré que la última escena fue la que me hizo llorar. Holly arrepentida de haber abandonado su gato, buscándolo desesperadamente bajo la lluvia para así dejar de huir de la vida que realmente deseaba. Ese preciso momento en el que no sabes exactamente si ha vuelto a buscar al gato o también para estar con Paul.
Me gusta mucho el papel que desempeña Gato en la película, el cual no tiene nombre pienso que debido a que ella no quiere sentirse propietaria y tampoco cree que le pertenezca. Aparentemente es un gatito abandonado que no hace más que subirse en sitios inapropiados de la casa, pero posteriormente adquiere su importancia.
En definitiva, ¡película recomendada!
Hasta aquí llega la entrada de hoy.
Have a nice day!
Ana.